Son varios los productos de Laboratorio Peña (25), pero sin duda alguna el producto estrella es la POMADA PEÑA, 👑 la reina de la casa, heredera de una empresa familiar hecha a pulso, muy paisa ella (la pomada y la familia) y con muchos beneficios para la belleza de la piel.
En sus inicios los rumores decían que era una crema milagrosa, porque aunque en Colombia hasta la fea es bonita, la pomada peña las ponía más bonitas todavía. La pomada servía para todo, un protector cutáneo que eliminaba las manchas, pecas, barros, espinillas, paños y para cuanta cosa se le ocurriera a nuestras abuelas y las abuelas de ellas, porque la crema peña (como se la conoce comúnmente) tiene más de siglo y medio de estar en el mercado colombiano.
Con el paso de las décadas la fórmula de la pomada conserva su base, su adn. Por allá en 1860 Don Federico Antonio Peña Jiménez, médico él, realizó una fórmula magistral para una de sus pacientes, con la intención de ayudarle con un problema serio de caspa, paciente a la cual no sólo le ayudó con su problema original sino que además, !oh sorpresa¡ le quitó el acné y las manchas que tenía en la cara. Ya saben, una serendipia↓. A partir de ahí empezaron a probar la pomada para varios usos cosméticos y descubrieron su versatilidad.
Serendipia: Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta. |
Hoy en día la fórmula se ha enriquecido con activos de última generación para especializarse en el cuidado de la piel sin perder su magia, es un blanqueador natural, aclara y humecta, tiene la capacidad para atenuar las manchas de la piel, inhibiendo la función de las enzimas que lo producen. Detiene la síntesis de la melanina, reduciendo así pigmentaciones no deseadas. Sus aceites y extractos naturales liposolubles son utilizados en la cosmética desde sus inicios, gracias a sus activos la Pomada Peña tiene un efecto peeling y al mismo tiempo ayuda a su recuperación, nutriendo la piel e hidratándola.
Otra característica de la pomada es su capacidad emoliente ↓ usada para proteger, humectar y lubricar la piel.
Emoliente: Sustancia que suaviza, ablanda y aumenta el grado de humedad, especialmente en la piel. Los emolientes se usan especialmente para prevenir o tratar la piel seca, áspera, con descamación o picazón, así como otros problemas de la piel, como sarpullidos o quemaduras. |
En este maravilloso artilugio empezó Doña Libia (nieta del doctor Peña) a modernizar el proceso de producción de la POMADA PEÑA. Traída después de la primera guerra mundial desde Alemania, por barco y pedida por carta
¿ustedes se imaginan cómo era la logística de este tipo de importaciones en 1920?
Doña Libia marca un hito en la historia de la pomada Peña, ya que no sólo trabajó en la producción del producto sino que con su personalidad y carácter logró ponerle su propio sello a la marca. Fue una tenaz empresaria, muy reconocida en la sociedad paisa de la época y la primera mujer violinista de la Orquesta Filarmónica de Antioquia. Ya hablaremos de ella en otro artículo.
Anécdotas de un par de clientas:
Historias como las de Mónica, nos dan cuenta de los resultados de la pomada, quien después de gastar en cremas muy costosas, con promesas de quitarle una mancha se encontró con una amiga:
- “Clara, estoy cansada de que nada me funcione, me voy a quebrar a punta de cremas”.
- A lo que Clara le responde sabiamente: “Boba, echáte pomada Peña” y en un acto de amor, le regaló su frasquito.
Después de un mes Mónica cuenta lo feliz que estaba, porque la mancha que tenía en la cara había desaparecido por completo gracias a la pomada.
También tenemos la historia de Sandra, quien nos cuenta que cuando le venía la regla, le aparecía una molesta mancha encima del labio superior, haciéndola ver como si tuviera bigote. Víctima de burlas pintorescas entre sus amigos, decidió echarse cuanta crema le recomendaban, se realizó peeling de todos los tipos, mejor dicho, toda una batalla en contra de su bigote, que gracias a tanta exposición a tratamientos abrasivos se había convertido en una mancha permanente. Hasta que la pomada Peña llegó a su vida y le quitó el odioso bigote.
Lo que le pasó a Mónica y a Sandra, le ha pasado a muchas personas durante estos 160 años, por eso esta pomada permanece en el mercado y continúa ayudando al embellecimiento de las pieles colombianas, tan variadas en colores y texturas.
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